Las marcas de las empresas deben ser tan dinámicas y relevantes como la compañía, el servicio o producto que representan. Las empresas están en continuo crecimiento y, de igual manera, deberían estarlo su imagen, identidad y medios de comunicación.
El arte, en general, abre ventanas que nos permiten apreciar nuevas vistas. Nos ayuda a ver las cosas desde diferentes ángulos. Nos alienta a crecer. Nos recuerda que todo evoluciona.
Para que el arte gráfico y la empresa logren crear la publicidad ideal, es importante que el empresario recuerde que:
• La publicidad se compone de herramientas y técnicas que se utilizan para mejorar la imagen de una empresa o producto, y el diseño es lo que la hace atractiva
• El artista gráfico o diseñador no puede leer mentes, por lo que el modelo y su plan de negocio deben estar en orden para que el diseñador y los futuros clientes tengan una idea clara de su empresa
• Debe comprender perfectamente la meta de su negocio, las ideas que quiere transmitir y el público al que se dirigirá
• Debe conocer a profundidad su producto o servicio y ser capaz de explicarlo de forma clara; esto será clave a la hora de diseñar un logotipo
• Mantenerse en comunicación con el diseñador; realizar las preguntas que necesite para sentirse satisfecho, expresar las dudas y escuchar sus sugerencias
• No tiene que diseñar para el diseñador; lo ha contratado precisamente por su conocimiento y talento. El diseñador es el filósofo de la empresa, el que, sea cual sea dicha mentalidad, la hace perceptible.
Es por eso que, mientras más claro se exprese el concepto, mejor resaltadas quedarán las características de la empresa, haciéndola sobresalir por sobre la competencia.
Para que el arte gráfico y la empresa logren crear la publicidad ideal, es importante que el empresario recuerde que:
• La publicidad se compone de herramientas y técnicas que se utilizan para mejorar la imagen de una empresa o producto, y el diseño es lo que la hace atractiva
• El artista gráfico o diseñador no puede leer mentes, por lo que el modelo y su plan de negocio deben estar en orden para que el diseñador y los futuros clientes tengan una idea clara de su empresa
• Debe comprender perfectamente la meta de su negocio, las ideas que quiere transmitir y el público al que se dirigirá
• Debe conocer a profundidad su producto o servicio y ser capaz de explicarlo de forma clara; esto será clave a la hora de diseñar un logotipo
• Mantenerse en comunicación con el diseñador; realizar las preguntas que necesite para sentirse satisfecho, expresar las dudas y escuchar sus sugerencias
• No tiene que diseñar para el diseñador; lo ha contratado precisamente por su conocimiento y talento. El diseñador es el filósofo de la empresa, el que, sea cual sea dicha mentalidad, la hace perceptible.
Es por eso que, mientras más claro se exprese el concepto, mejor resaltadas quedarán las características de la empresa, haciéndola sobresalir por sobre la competencia.
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